Esta historia escrita en rima es perfecta para ser leída en voz alta a los pequeños.
Las impresionantes ilustraciones y la cadencia del texto hacen de esta obra un deleite para los ojos y los oídos.
Una tarde unos niños visitan una casa abandonada. Aún se pueden ver fotografías en marcos que cuelgan en los muros. Imágenes de un pasado remoto, imágenes de los antiguos moradores de ese lugar. A medida que recorren las estancias, los niños se hacen preguntas: ¿quiénes eran las personas que vivían en esa casa?, ¿cuáles serían sus profesiones?, ¿por qué abandonaron su hogar?, ¿sería por un trabajo fuera de su ciudad? ¿o por perseguir un sueño? Esta casa que alguna vez fue un hogar ahora está abandonada, pero cada espacio deja adivinar la presencia de alguien que fue feliz entre sus paredes.