Narra las aventuras del caballero Lancelot en busca de Ginebra, prisionera de Meleagant, y constituye un claro ejemplo del amor cortés, tópico de la literatura medieval en el que se expone la relación entre un amante y su dama. Frecuentemente, el enamorado establece una relación de servicio feudal, denominándose a él «vasallo» y a ella «señora». La dama siempre pertenece a una clase superior a la del amante, y este debe llevar a cabo ciertas proezas y sacrificios con el fin de demostrar su carácter extraordinario y su devoción por el ser amado.