Considerado como el mejor jugador europeo de los últimos cincuenta años, Zinedine Zidane dejó el palmarés del Real Madrid muy alto tras entrenar a su plantilla durante dos años y medio. En este tiempo, ganó nueve títulos de los trece posibles. Con él al frente, el equipo blanco reafirmó su hegemonía futbolística tras conquistar las tres últimas ediciones de la Champions, del Mundial de Clubes y de la Supercopa de Europa, además de una Liga y la Supercopa de España.
Y todos estos éxitos no fueron fruto de la casualidad, sino de la causalidad. De esto precisamente trata este libro. Por muy buenos que sean los jugadores, si no tienen un entrenador que sepa sacar lo mejor de ellos, el equipo no triunfará. Ocurre lo mismo en las empresas: la capacidad de los empleados no importará si no existe un directivo que sepa guiarlos. Por ello, tenemos mucho que aprender del modelo de liderazgo de Zidane, basado, sobre todo, en haber sabido trabajar con millennials.
Estos jóvenes –nacidos entre 1980 y 2000, etiquetados frecuentemente como perezosos, narcisistas e incomprendidos– ya suman más de un cuarto del total de los empleados en España; se estima que serán el 35 por ciento en 2020, y el 70 por ciento en 2050. Y quien no sepa sacar el máximo partido de ellos, no triunfará.