Como si de un cuento de reyes y sirvientes se tratara, Laura Cambridge empezó a trabajar de niñera del hijo secreto de Richard Blackthorne. Los rumores sobre aquel hombre que vivÃa como un recluso no hicieron mella en la joven; su propia experiencia le habÃa demostrado que la mayorÃa de las veces las personas no eran lo que parecÃan. Pero en el caso de Richard, su corazón estaba tan herido como su rostro...
Él se sentÃa como un niño al que se le ofrece un caramelo pero no se le deja probarlo... pero no habÃa perdido del todo la esperanza. A pesar de todo, quizás podrÃa cautivar a aquella diosa de ojos verdes...