En cuanto lo vio en ropa interior, empezó a fantasear con quitársela con sus propias manos...
Cuando su empresa de lencería masculina estaba a punto de convertirse en un auténtico éxito, Swan McKenna fue acusada de haber robado cinco millones de dólares. ¿Cómo iba a lanzar aquellos atrevidos diseños teniendo a un agente pegado a ella día y noche?
Sin embargo, en cuanto vio al sexy agente especial Rob Gaines, no pudo pensar en otra cosa que en pegarse a él día y noche. El problema era que la presencia de Rob desanimaba a los modelos que iban a presentar la colección y ella necesitaba modelos urgentemente. Pero Swan no esperaba que Rob se ofreciera para exhibir sus diseños...