La socialdemocracia europea pierde apoyo electoral, sufre una hemorragia militante, discrepancias ideológicas y divisiones internas. Esa crisis no se puede comprender a golpe de titulares o de frases huecas. Y menos aún la del PSOE que, después de facilitar una investidura sin contrapartidas del Gobierno del PP, atraviesa una grave situación.En este ensayo, Josep Borrell ofrece una detallada reflexión sobre un tema que conoce bien gracias a su formación académica y amplia trayectoria política. Combina el rigor de los datos y la precisión de la crónica con una sinceridad que le lleva a admitir que su partido “ha sufrido un gran fracaso colectivo como consecuencia de que los socialistas ‘no se han dicho la verdad’ con respecto a sus ambiciones personales y sus actitudes ante la formación de Gobierno”. La gravedad de los hechos ocurridos desde el Comité Federal del 1 de octubre del 2016 le lleva a equipararlo con los idus de marzo, cuando el asesinato del César sumió al Imperio romano en largas guerras civiles. Y desmonta las razones supuestamente patrióticas que, en la perspectiva de la cuestión catalana, se usaron para justificar la ofensiva contra la Ejecutiva de Pedro Sánchez. Analiza las disyuntivas a las que se enfrenta el PSOE desde el punto de vista del modelo de partido —más participativo y menos oligárquico—, del modelo de Estado en la perspectiva federal, en su capacidad de socializar la política y en su política de alianzas. Considera que la solución que se dé a la crisis tendrá consecuencias, no solo para el PSOE, sino para el futuro del país. Porque lo que está en juego es la elección entre dos modelos de partido y entre dos concepciones sobre cómo la socialdemocracia declinante puede reconquistar una mayoría social en sociedades que sufren el contrachoque de la globalización.