Tras la fama que le reportó Trópico de Cáncer (1934), Henry Miller confirmó la valía de su propuesta literaria con esta novela, que le situó definitivamente entre las voces más recias y profundas del siglo XX.
Las experiencias sexuales, laborales y familiares de un empleado de la Western Union sirven de hilo conductor a una ficción autobiográfica de la que surge con una inusitada fuerza la crítica mirada de Miller hacia el mundo y los hombres que le rodean, sus disquisiciones filosóficas y su poderoso canto a la individualidad.
Miller dio un paso realmente importante en la evolución de la literatura con su personal modo de enfocar el arte narrativo.