Reece Callahan iba a publicar en uno de sus periódicos un escándalo que implicaba al padrastro de Lauren Courtney... a menos que ella accediese a fingir que era su amante durante una semana.
Lauren estaba dispuesta a pagar ese precio por proteger la reputación de su adorado padrastro. Después de todo, no le estaba resultando tan difícil, ya que solo tenía que asistir a sofisticados actos sociales, y pasar las veinticuatro horas del día con Reece no era en absoluto desagradable; lo cierto era que se trataba de un tipo guapísimo. De hecho, cuanto más tiempo pasaba junto a él, más difícil le resultaba resistirse a la tentación de convertirse en su amante... ¡de verdad!