“-¿Queréis que vayamos a Lyove, señor? -me propuso un día Jermolai-. Allí vamos á encontrar muchos patos.
Accedí, a pesar de que no me atraía mucho tal clase de caza.
Lyove es una importante aldea de la estepa, dominada por la cúpula de su vieja iglesia, y tiene dos molinos a la orilla del Rossola, riachuelo que corre no lejos del camino y atraviesa grandes pantanos.”