Liza Chandler era heredera de un dinero que no deseaba, como tampoco deseaba que aquel millonario testarudo se metiera en su vida. Pero Beckett había prometido que llevaría a cabo aquel trabajo... y no era de los que aceptaba un no por respuesta. Especialmente después de descubrir que, debajo de la recatada apariencia de Liza, se escondía una mujer apasionada esperando a ser amada y protegida. Pero, ¿acabaría confiando en él tanto como para aceptar el dinero... y aceptarlo a él como parte de su vida?
El dinero no significaba nada para ella.