Will Smith, un niño inseguro criado en el tenso Oeste de Filadelfia, se convirtió primero en una de las mayores estrellas del rap de su era y luego en una de las mayores estrellas de Hollywood de todos los tiempos, con una sucesión de éxitos de taquilla que muy probablemente no se interrumpirá nunca. Es una historia épica de transformación interior y de triunfo exterior; una historia que Will narra extraordinariamente bien. Y, sin embargo, eso es solo la mitad de la historia.
Will Smith pensaba, y con razón, que había ganado la lotería de la vida: no era solo que su propio éxito no tuviera parangón, sino que toda su familia, al completo, se hallaba en el pináculo del mundo del entretenimiento. Sin embargo, ellos no lo veían así: se sentían como los protagonistas del circo de Will, un trabajo que les ocupaba los siete días de la semana y que, además, no habían solicitado. La educación de Will Smith no había hecho más que comenzar.
Estas memorias son el producto de un viaje de introspección profunda que nos confronta no solo con todo lo que podemos conseguir a base de fuerza de voluntad, sino también con todo lo que podemos dejar atrás por ese mismo motivo. Escrita con la ayuda de Mark Manson, el autor del exitoso El sutil arte de que te importe un carajo, del que se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo, Will es la historia de una persona que ha conseguido tomar las riendas de sus emociones y está escrita para que todo el que la lea pueda hacer lo mismo. Pocos de nosotros llegaremos a experimentar nunca la presión de actuar en los escenarios más grandes del mundo y de tener tanto en juego, pero todos podemos entender que es muy posible que tengamos que cambiar lo que nos ha impulsado a completar una etapa en la vida si queremos llegar hasta la meta. La combinación de una sabiduría genuina y de valor universal y de una historia vital que es tan entretenida, por no decir asombrosa, que llega a ser casi increíble, ubica a Will en una categoría propia, como a su autor.