García Márquez ha declarado una y otra vez que El otoño del patriarca es la novela en la que más trabajo y esfuerzo invirtió. En efecto, García Márquez construyó aquí una maquinaria narrativa perfecta que desgrana una historia universal —la agonía y muerte de un dictador— en forma cíclica, experimental y real al mismo tiempo, repitiendo una anécdota siempre igual y siempre distinta, acumulando hechos y descripciones deslumbrantes.