En 1920, después de un largo silencio creador, apenas interrumpido, Valle-Inclán publica cuatro obras teatrales: Divinas palabras, La enamorada del Rey, Farsa y licencia de la Reina castiza y Luces de bohemia. Con estas cuatro obras puede decirse que se ha cerrado la evolución del modernismo en Valle-Inclán, aunque siempre se podrán encontrar huellas modernistas en textos posteriores, y comienza la última gran etapa bajo el signo de una nueva estética: el esperpento.